CAPÍTULO 7
LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL
La Segunda Guerra Mundial fue la Guerra más extensa y devastadora de la historia. Cientos de miles de personas murieron en esta guerra. La mayoría de la gente no sabía cuál era la causa de esta guerra. Las guerras no ocurren sin razón. Estas son planificadas y ejecutadas por personas en alta jerarquía en los gobiernos y para su propio beneficio. El Presidente Franklin D. Roosevelt dijo: “ En la política nada ocurre por accidente, si ocurre es porque ha sido planificado.” Veamos quienes planificaron la Segunda Guerra Mundial.
El Papa y sus agentes Jesuitas han sido y son los instigadores de las guerras. Y mientras el mundo sufre el dolor de las guerras, Roma brinda con champán — Jeremiah J. Crowley (un antiguo sacerdote católico), Romanism. A menace to the Nation, Menace Publishing, p. 144.
El Papa estuvo tan presente en la Segunda Guerra Mundial como Hitler y el católico Mussolini por tanto es tan culpable como ellos de los asesinatos de seis millones de judíos. De hecho los Papas han instigado la mayoría de las guerras Europeas a través de los siglos. — F. Paul Peterson. Peter's Tomb Recently Discovered in Jesrusalem, p. 63. (citado en el libro: ¿Es Alberto Real?, Sidney Hunter, Chick Publications. p. 41.)
Se podría decir con bastante especificidad que en el 1914 la Iglesia Católica comenzó una serie de guerras infernales. Entonces el tributo de sangre que había obtenido siempre de la gente comenzó a derramarse hasta convertirse en un verdadero torrente. — Edmond Paris, The Vatican against Europe, The Wickliffe Press, p.48.
Estos no son los únicos autores verdaderos quienes implican al Papado como los instigadores de la Segunda Guerra Mundial tanto como de otras guerras. A la luz de estos señalamientos resulta enfermizo escuchar de una reunión reciente que se llevó a cabo en Assisi, Italia en la que se cita al Papa Juan Pablo II diciendo lo siguiente: “!Nunca más violencia, nunca más guerras, nunca más terrorismo!” El Papado ha instigado y está aún instigando guerras y el Papa tiene la audacia de hacer esta declaración!
América está conduciendo una guerra contra el terrorismo actualmente. Las declaraciones anteriores indican que el Papado es responsable de hacer que esta guerra contra el terrorismo sea necesaria.
George Bush declaró en el periódico USA Today del 17 de septiembre del 2001 que su administración está preparando una cruzada en contra del terrorismo.
En el pasado las Cruzadas eran guerras religiosas que se peleaban para defender los intereses del Papa.
¿Nos estaba diciendo el Presidente Bush que su guerra contra el terrorismo se está peleando para adelantar intereses del Papado?
Adolph Hitler fue culpable de todo tipo de atrocidades durante la Segunda Guerra Mundial ¿Era él realmente responsable de todas estas atrocidades o estaba él simplemente obedeciendo órdenes? Considere quien estaba en control en la Alemania de Hitler.
En Alemania, el Nuncio Papal de Berlín, el Monseñor Pacelli y Franz Von Papen quien era el sirviente principal del Papa apoyaron una unión con Roma y se concentraron en la derrota de la República de Weimar. Los católicos alemanes sentían hostilidad hacia el régimen Natzi pero se les informó que el mismo Papa sentía una disposición favorable hacia Hitler. Consecuentemente el centro del catolicismo eje de todas las mayorías parlamentarias votaron para otorgarle derechos a Hitler el 30 de enero de 1953.
Esta operación ocurrió prontamente, tal y como lo había ocurrido en Italia a través de un tratado que le era beneficioso a la Iglesia Católica. El episcopado alemán juró mantener su lealtad a Hitler y también las organizaciones católicas combinadas con las de los Natzis. — Edmond Paris. The Vatican Against Europe, The Wickliffe Press. p15.
El Vaticano le ayudó a Hitler a ganar poder y después le ayudaron a consolidar su control sobre Alemania. Esto se hizo ya que los católicos le advirtieron al Partido Católico en Alemania que votase por los candidatos Natsis.
El voto católico le otorgó la mayoría que Hitler necesitaba para formar legalmente su forma de gobierno en el 1933. Más adelante, el Vaticano le ordenó a los miembros católicos del Parlamento de Reichstag que apoyaran la legislación que le otorgaría a Hitler el poder de gobernar por decreto. Esta medida le otorgó a Hitler el poder dictatorial que necesitaba para destruir a los alemanes comunistas.
El trato entre Hitler y el Vaticano había sido conducido en secreto antes de que Hitler se convirtiera en Canciller de Alemania en enero de 1933. En junio de ese mismo año, Hitler y el Vaticano firmaron un acuerdo mediante el cual la iglesia juró fidelidad hacia el régimen Natzi...
Poco más tarde, el católico Franz Van Papen, el segundo oficial en comando en el régimen de Hitler expresó en sus propias palabras de forma bien clara cual era la esencia del de la alianza entre el Vaticano y Hitler : El Tercer Reich dijo: es el tercer poder que no sólo reconoce sino que pone en práctica los altos principios del Papado. — Avro Maniatan, The Washington- Moscow Washington Allegiance Ozark Books (citado en Sydney Hunter, ¿Es Alberto real?, Chick Publications, pp. 42, 43.
¡Cuán sorprendente es esta declaración. Von Papen dice que las atrocidades que cometió Hitler durante la Segunda Guerra Mundial estaban basados en los principios del papado! ¿Podría haber duda alguna de que el Papado es tan malo como lo fueron Hitler y su régimen?
Hitler admitió que había sido ayudado por los métodos de la contrarreforma de los Jesuitas para llevar a cabo su guerra ideológica... [Nosotros] hemos testificado el apoyo abierto que le ha brindado el catolicismo a cada paso al Fascismo Natzi para imponer los regímenes autoritarios sobre todo el mundo. — Leo H. Lehman, Behind the Dictators, Agora Publishing, pp. 38,38, 39.
En un recuento preciso de la historia se ubica la amenaza de los Jesuitas católicos en el corazón del régimen de Hitler. Fue el católico, Von Papen y el partido Central Católico quienes llevaron a Hitler al poder en el 1933. Y para mostrar su agradecimiento el Tercer Reich de Hitler fue un modelo de los principios Papales a su peor potencia. Hitler estaba en la palma de la mano de los Jesuitas y del Papado.
¿Quién apoyó a Hitler en la Alemania destruída por la guerra? Recuerden que Alemania había sido reducida a estragos durante la Primera Guerra Mundial y por el horrendo Tratado de Versalles.
Inmensas sumas de dinero pertenecientes a nuestros mayores depositantes le habían sido dadas a Alemania sin ninguna seguridad colateral... Billones sobre billones de nuestros dineros se había enviado a Alemania por medio de la Junta de la Reserva Federal y por el Banco de Reserva Federal... El 27 de abril de 1932, la organización de la Reserva Federal envió $750,000 dólares en oro pertenecientes a los depositantes de los Bancos Americanos a Alemania. Una semana más tarde se enviaron $300,000 más en oro a Alemania del mismo modo. Alrededor de mediados de mayo, el Banco de Reserva Federal había enviado a Alemania $12 millones en oro. Casi todas las semanas se enviaba un cargamento de oro a Alemania. —H.S. Kenan, The Federal Reserve Bank, The Noontide Press, 1966. p.158.
Como vimos en un capítulo anterior, el Banco de Reserva Federal fue creado por los Jesuitas. Lo usaban para financiar a sus marionetas entre los cuales se encontraba Adolfo Hitler. Kenan expresa que el Banco de Reserva Federal financiaron a Hitler y a los Natzis. ¿Si el Banco de Reserva Federal es controlado y administrado por americanos, cómo pudieron haber financiado a un enemigo mortal como Hitler, quien avalaba todo lo que la Constitución condena? A la luz de lo que Kenan expresa, el Banco de Reserva Americano no es realmente americano; se trata de nuestro enemigo financiando a nuestros enemigos. Sin embargo, nos hace sentido el que un Banco controlado por los Jesuitas financiara a una marioneta controlada por los Jesuitas como lo era Adolfo Hitler.
Desde la Alemania controlada por Hitler vayamos a la España controlada por Francisco Franco, España estaba pasando por una convulsión a finales de los años 1800’s. Pasaba de ser una monarquía católica a tratar de convertirse en un gobierno republicano libre. Finalmente a finales de los años 1930’s se encontraron cuerpos de bebés en varios conventos en España. Los médicos descubrieron que estos infantes habían muerto como consecuencia de asfixia. Como puede verse sacerdotes y monjas se habían envuelto en adulterio y los bebés no deseados se asesinaban luego de estos nacer. La gente católica de España quienes desconocía de estos crímenes terribles se sintieron desconcertados con los descubrimientos y se promulgaron muchas leyes que socavaron el poder del Papa en España. De acuerdo con el ex Jesuita, Alberto Rivera:
En el 1936 explotó la Nueva Inquisición Española se le llamó “ La Guerra Civil Española” secretamente orquestada en el Vaticano...
El Papa excomulgó a los dirigentes de la república española y declaró guerra entre la Santa Sede y Madrid... Bajo la bandera del Vaticano las fuerzas musulmanas invadieron las Islas Canarias y tacaron el sur de España... Cuando la Inquisición logró sus metas España ya estaba en ruinas, sangrando y golpeada pero segura de nuevo en las manos del Vaticano. El General Franco se convirtió eventualmente en el dictador católico romano de España. El Gobierno de Franco fue reconocido el 3 de agosto de 1937 por el Vaticano sólo veinte meses antes de haber concluido la Guerra Civil. — Jack Chick, Alberto pts.1,3,6, Chick Publications, pp. 12, 21, 28, 29.
Cuando Franco marchó en Madrid cerca del cierre de la Guerra Civil en España, cuando estaba reinstalando el gobierno católico y derrocando el gobierno de la gente que había establecido los protestantes unos cuantos años antes, él dijo: “ Yo tengo cuatro columnas de soldados conmigo. También tengo una quinta columna en la cuidad de Madrid que me entregará la ciudad en mis manos cuando yo llegue a ella”. — Albert Garner. The Devil’s Masterpiece: the Mystery of Iniquity , Blessed Hope Foundation. pp. 70-71.
El 31 de marzo de 1934, se firmó el Pacto de Roma fue firmado y se le pidió ayuda a Hitler y a Mussolini para la Rebelión. Entonces surgió la “Guerra Santa”. En el 1937, en medio de la guerra el Vaticano le otorgó un reconocimiento al gobierno de Franco, su compañero de armas, quien sería condecorado más adelante con la Orden Suprema de Cristo. “!Sean bendecidas las armas si después de usarlas el evangelio florece!” . Prontamente la acción católica difundió su tiranía a través del destruido país. ¡Pax Christi! — Edmond Paris, The Vatican Against Europe, The Wicliffe Press, p. 15.
Benito Mussolini era altamente estimado por los Jesuitas de Roma. Él era su hombre de provisión quien le había restaurado la Ciudad del Vaticano al Papado en el 1929.
¿Qué estaba pasando en Europa entre los dos masacradores? En Italia, se llevaron negociaciones secretas entre agentes papales y Mussolini “el hombre de la provisión”. El sacerdote, Don Sturzo, jefe del grupo católico tenía derecho al voto ducal en noviembre del 1922. Entonces surgió el Tratado Laterano para sellar la unión del Fascismo y el Papado, y para la conquista de Etiopía la cual fue bendecida por el clero y el Dia de Viernes Santo de 1939, ocurrió la agresión contra Albania. — Ibid. p.15.
De acuerdo a Pío XI,
Mussolini está logrando un rápido avance con una fuerza mínima y así conquistará todo lo que encuentre en su camino. Mussolini es un hombre maravilloso — ¿me escuchan? — un hombre maravilloso... el futuro es de él. — Ibid. p. 69.
Roma considera al régimen fascista el más cercano a sus dogmas e intereses. No tenemos únicamente al Reverendo [Jesuita] Padre Coughlin alabando a la Italia de Mussolini como que la misma es una “democracia cristiana”. Sino que la Civilta Cattolica órgano oficial de los Jesuitas ha manifestado con franqueza... “El Fascismo es el régimen que corresponde con mayor precisión a los conceptos de la Iglesia de Roma.” — Pierre Van Paassen, Days of our Years, Hillman-Curl, p 465.
Leyó una cita anteriormente que decía que Hitler había puesto en práctica los principios del Papado. Ahora vemos que Mussolini hizo lo mismo. No fueron únicamente sólo los tres accesos de Europa con sus marionetas católicas los que lograron la destrucción de Europa durante la Segunda Guerra Mundial. Franklin Rooosevelt, Presidente de los Estados Unidos también llevó a cabo los deseos de Roma.
El presidente Roosevelt le ofreció una oportunidad sin precedente al [Cardenal] Spellman la cual representaba dirigir su Arquidiócesis por meses ...La gran oportunidad que le brindó Roosevelt representaba el que Spellman actuara como un agente clandestino para él en las cuatro esquinas del mundo. El trabajo del Arzobispo consistía en contactar los jefes de las naciones en el Medio Este, Europa, Asia y Africa. El Arzobispo sería quien llevaría los mensajes del Presidente...y actuaría como los ojos y los oídos de Roosevelt... El Presidente le ofreció una oportunidad que representaba tener el poder que ningún otro católico a través de la historia había tenido. Spellman se movería entre las figuras más prominentes en el ámbito político mundial. ..pero pocas personas sabían a ciencia cierta lo que el Arzobispo hacía durante sus largos y frecuentes viajes. Su trabajo clandestino provocó interrogantes en el ámbito local en cuanto al porqué una figura religiosa estaba tan envuelto en asuntos políticos. — John Cooney, The American Pope, Times Books, pp. 124, 125.
La fidelidad de Spellman era hacía el Papa Pío XII y aún así fue utilizado por Frankiln Roosevelt como su único agente personal.
De Roosevelt, releemos lo siguiente,
Roosevelt y Eisenhower aprobaron la repatriación forzosa de seis millones de [ortodoxos cristianos] a quienes enviaron de vuelta a Rusia, muchos de ellos fueron torturados y asesinados después de llegar a su destino. Dos rusos habían escrito sobre esta decisión abominable de parte de estos líderes americanos ellos fueron Nicholai Tolstoy y Alexander Solzhenitsyn. Los americanos le llamaron a esta repatriación la “Operación Keelhaul”. Aparte de la forma de tortura naval en la que el prisionero era arrastrado bajo la quilla del barco siendo amarrados sus cuerpos con una soga con el propósito de que fuesen despedazados por el cirrópodo del barco.
Ese millón de individuos no sólo eran soldados que habían peleado del lado de los alemanes contra los rusos sino que eran mujeres y niños también...
A pesar de que eran Churchill y Roosevelt los que tomaron la increíble decisión de enviar a millones de rusos anticomunistas de vuelta a la muerte fue el General Dwight Einsenhower quien dirigió la “Operación Keelhaul”, sin ningún rastro aparente de conciencia. — Ralph Epperson, The Unseen Hand, Publius Press, p. 301.
Roosevelt no sólo utilizó a Spellman como su agente sino que llevó a cabo la meta de los Jesuitas de aniquilar tantos cristianos ortodoxos como fuese posible. Los Jesuitas buscaban destruir los cristianos ortodoxos de Serbia en la Primera Guerra Mundial, y con esta repatriación a finales de la Segunda Guerra Mundial destruyeron muchos más millones de rusos ortodoxos cristianos. Roossevelt, Eisenhower y Churchill llevaron a cabo el plan sangriento de los Jesuitas con un éxito considerable.
El General Jesuita, Conde Halke Von Ledochowski, estaba dispuesto a organizar, bajo las bases comunes del anti-comunismo, un cierto grado de colaboración entre el Servicio Secreto Alemán y la Orden Jesuita...
Von Ledochowski, consideraba los resultados belicosos entre Rusia y Alemania inevitables... Y Nachritchen en (marzo 27 de 1942), no titubeó en escribir: “ Una de las preguntas que surgen en torno a la actividad de Alemania en Rusia que es de suprema importancia para el Vaticano es la pregunta de la evangelización de Rusia.”
Esto fue confirmado por el mismo Padre Duclos en un libro cubierto por la casa publicadora, “Durante el verano del 1941, Hitler le solicitó a todas las fuerzas cristianas y ... [él] autorizó a los misioneros cristianos a que fuesen a los nuevos territorios del este...
“Nunca se ha olvidado en Francia que el Cardenal Baudrillart y el Monseñor Mayol de Luppe reclutaron a la L.V.F. para llevar a cabo la Cruzada en contra de Rusia. — Edmond Paris, The Vatican Against Europe, Wickliffe Press, pp. 240, 241.
Mientras los cristianos ortodoxos de Rusia eran exterminados por el Papado, estaba ocurriendo una masacre similar en Yugoeslavia. Algunos de los muchos libros que han sido escritos acerca de esta atrocidad de la Segunda Guerra Mundial incluyen al libre ¡Conviértete o Muere! de Edmond Paris. El Holocausto del Vaticano de Avro Manhattan, y Los Lobos Devoradores de Monica Farell. Todos estos libros discutían el asesinato de alrededor de un millón de cristianos ortodoxos durante la Segunda Guerra Mundial por el grupo católico Ustashi. En la portada del libro de Farell se lee lo siguiente:
Este es el récord de tortura y asesinatos cometidos en Europa en el 1941-1943 por un ejército de activistas católicos conocidos como los Ustashi dirigidos por monjes y sacerdotes y aún con la participación de monjas. Las víctimas sufrieron y murieron por la causa de la libertad y por la libertad de la conciencia. Lo menos que podemos hacer es leer el récord de sus sufrimientos y recordar que sucedió, no en los “Años del Oscurantismo” sino en nuestra propia generación del “Alumbramiento”. El nombre de Utashi surgió como otra forma de llamar al grupo denominado “Acción Cristiana.” — Mónica Farrell, Lobos Devoradores, Publicaciones Protestantes, portada.
La expulsión masiva o la conversión forzada de los Cristianos Ortodoxos al Catolicismo Romano era parte de la agenda. Todas las medidas dirigidas a eliminar la Servidumbre en Croacia fueron llevadas a cabo bajo la frase pronunciada por uno de los ministros croatas: “Tenemos que masacrar al primer tercio de los Serbios, sacar el otro tercio del país y forzar al que quede a aceptar la fe católica, ya que les va a absorber el elemento católico.” — Lazo M. Kostich, Holocaust in the Independent State of Croatia, Liberty, p. 18.
El Papado estaba aún tratando de exterminar a los Ortodoxos Cristianos en Serbia a finales de los 1900’s. El Papado utilizó a los Estados Unidos para intimidar en el conflicto en que se bombardeó a Serbia. El verdadero carnicero de los “Balcanes” son el Papa y la Iglesia Católica, no Slobodan Milosevic. Ellos trataron de utilizar a la persona incorrecta para llevar a cabo sus crímenes de guerras.
Otra de las metas de los Jesuitas en la Segunda Guerra Mundial era el hacer que las cosas le fuesen tan mal a los de la raza judía que se vieran obligados a regresar a Palestina. Cerca del final de la Primera Guerra Mundial, se firmó la Declaración Balfour permitiéndoles a los judíos volver a Palestina. Se supone que ese fuese su hogar permanente. Sin embargo, muchos judíos fueron exitosos en algunas partes del mundo y no deseaban regresar. Cuando ocurrieron el Holocausto y la Segunda Guerra Mundial, los judíos que estaban siendo perseguidos deseaban tener un lugar al que pudiese llamar su hogar por lo que muchos regresaron a Palestina. En el 1948, Israel fue declarado una nación soberana. De acuerdo al libro de Cooney, El Papa Americano, en la página 187, Francis Spellman fue el factor decisivo en aceptar que Israel se convirtiera en un estado soberano.
¿Porqué utilizarían los Jesuitas a Hitler para aniquilar a los Judíos y luego utilizar al Cardenal Francis Spellman para proveerles un hogar en Palestina? Observe cuidadosamente. El Vaticano ha tratado de destruir los Judíos por más de mil años.
...bajo la bandera de Sión se encontraría la esperanza Mesiánica del advenimiento de una teocracia global como lo predijeron los profetas de Sión. Sería la teocracia en la que Jehová y no Cristo fuese el Rey.
El espectro de la creación de tal teocracia ha prevalecido en las cámaras secretas de la Iglesia Católica desde su primera inserción y todavía constituye un temor que domina a muchos católicos.
A la vista del Vaticano, sin embargo, existe una ansiedad milenaria por una teocracia Hebrea global que representa una amenaza mortal a las enseñanzas escatológicas de la Iglesia Católica. Cuando se traducen en términos políticos, esa visión no se refiere sólo a la rivalidad sino a una enemistad implacable. — Avro Manhattan, The Vatican Moscow Washington Alligance, Ozark Books, pp. 169-70.
En la superficie, la nación de Israel en Palestina parecía representar una gran oportunidad para que los judíos pudieran tener su propio país. Sin embargo, ¿Cuál ha sido el resultado del regreso de los Judíos a Palestina? Desde que se les otorgó el estatus de soberanía en el 1948, los Judíos han estado en una batalla devoradora detrás de la otra con los árabes. Han muerto muchos judíos tal y como esperaban los Jesuitas y sabían que sucedería.
Con el regreso de los Judíos a Palestina los Jesuitas esperaban causar tal derramamiento de sangre en esa parte del mundo que el mundo gritaría porque se enviara un pacificador a la región. Y ¿quién sería ese pacificador? El Papa de la ciudad del Vaticano, por supuesto. Los Jesuitas habían querido restaurar el poder temporal del Papa. Cuando se le otorgue al Papa el trono de Salomón en Jerusalén la meta tan ansiada se logrará. La guerra contra el terrorismo que se originó en septiembre 11 de 2001, a la que George Bush le llama una cruzada ciertamente puede agravar el problema en esa región para traer el reinado del Pontífice de Jerusalén.
Los Jesuitas fallaron en sus intentos de tener un gobierno mundial después de la Primera Guerra Mundial. Lograron su plan siniestro después de la Segunda Guerra Mundial. Después de la guerra, el mundo cansado y herido fue condicionado a aceptar un gobierno internacional, entonces nacieron las Naciones Unidas. Desde la creación de las Naciones Unidas en el 1945, el llamado cuerpo pacificador ha fallado miserablemente en mantener la “paz” alrededor del mundo. ¿Porqué? Porque su propósito no era contribuir a mantener la paz aunque ellos aleguen aún que sí lo es. Existen al presente alrededor de ochenta y tres guerras alrededor del mundo. Sin embargo, las Naciones Unidas han sido instrumentales al suprimir a aquellos que aman la libertad. Katanga y Rodesia son sólo dos ejemplos de dos naciones aplastadas por las fuerzas de las Naciones Unidas. Las Naciones Unidas han trabajado sin descanso para restaurar el poder temporal del Papado — su propósito desde el principio.
Veremos un ejemplo más de los propósitos de los Jesuitas para con la Segunda Guerra Mundial. Era la hora de la venganza para los Japoneses. Al final de los años 1500’s los Japoneses habían recibido a todos los extranjeros que quisieran negociar con ellos. Los misioneros católicos habían sido bienvenidos también. Luego de un tiempo, los misioneros católicos se volvieron intolerantes ante cualquier otra creencia. La falta de descanso y la persecución tuvieron como consecuencia el que Japón se convirtiera en un baño de sangre por muchas décadas. Finalmente en el 1639, se pasó un edicto de exclusión. El mismo establecía que;
En el futuro, mientras el sol ilumine al mundo que nadie presuma de venderle a Japón ni siquiera en calidad de embajadores y esta declaración no debe ser revocada nunca bajo sentencia de muerte. — Avro Manhattan, Vietnam: ¿Why did we go?, Chick Publications, p.153.
Por cerca de doscientos años se cerraron los puertos de Japón a los misioneros católicos quienes habían intentado apoderarse de Japón para que el orgulloso Papa lo controlara. En la última parte del siglo XIX se utilizó el poder militar en la isla nación. Esto hizo que se suavizara hasta el que ocurrió el terrible y sangriento suceso de la Segunda Guerra Mundial en el Pacífico Sur culminando en el bombardeo de Hiroshima y Nagasaki. Japón fue puesto de rodillas. — para siempre. La hora de la venganza había llegado.